Yoga en Invierno

06 | 07 | 2022
Yoga en Invierno

Una nueva vuelta al sol de nuestro planeta Tierra nos sitúa otra vez en la estación más fría del año: el invierno. Si bien hay personas que no se complican con las bajas temperaturas, lo habitual es que en estas fechas nos abriguemos bastante y nuestros pensamientos se enfoquen -básicamente- en evitar congelarnos y buscar un refugio cálido, ojalá entre frazadas y chocolate caliente. ¡Amado!

Todos los seres vivos reaccionamos de alguna manera al cambio de temperatura que ocurre en invierno. Los humanos lo hacemos de varias formas. Por ejemplo, tiritar de frío es un efecto involuntario de nuestro cuerpo que, a través de espasmos musculares, busca mantener la temperatura corporal en niveles adecuados.

La “piel de gallina” también es una reacción natural ante el frío. Lo que ocurre, es que nuestro cuerpo busca mantener el calor central a toda costa, por eso se contrae, en especial músculos y articulaciones. En invierno tendemos a encogernos un poco, al mismo tiempo que nuestras extremidades están más heladas: la sangre caliente se va hacia nuestro centro, enfriando primero manos y pies.

Los animales se adaptan de diferentes maneras a la llegada del frío. Muchas aves, por ejemplo, deciden migrar hacia zonas con temperaturas más cálidas. Incluso son capaces de recorrer enormes distancias con tal de evitar un ambiente helado. Otras especies, como los osos, zorros y ardillas, entran en un sorprendente periodo de hibernación. Optan por dormir, bajar su ritmo cardíaco y su ciclo respiratorio para esperar por meses hasta que pase el invierno y llegue el verano.

¿Suena tentador, cierto? Dormir y descansar con una mantita y polainas (¡obvio!) hasta que lleguen los días de sol en la playa...

Lamentablemente, los humanos no tenemos esa virtuosa capacidad de reposo que tienen los osos. De hecho, es muy importante para nuestro organismo seguir en movimiento, entre otras razones, porque mantiene activo y en alerta nuestro sistema inmune. Por lo demás, existen muchos ejercicios para entrar en calor y dejar de tiritar.

Si haces yoga en invierno, ¡que el frío no te desmotive! Aquí te dejamos algunos consejos para que persistas en tu meta y abrigues tu cuerpo con la energía que entrega tu práctica.

Tips para motivarnos a hacer yoga en invierno:

1- Trata de practicar todos los días, aunque sea un poquito. Lo más que puedas. La constancia hará que cada vez te cueste menos comenzar. Si bien este es un consejo que se puede aplicar para distintos objetivos, en este caso lo que buscamos es acostumbrar a nuestro cuerpo y mente a los beneficios que entrega el estar en movimiento.

2- Normalmente, el yoga se practica a pie descalzo. Por su naturaleza, hay estilos como ashtanga, vinyasa o bikram, que requiere que así sea. Sin embargo, en otros estilos, como el Hatha o, si estás comenzando en el mundo del yoga, puedes usar calcetines sin problemas, si es que sientes frío al momento de practicar. Existen unos calcetines especiales para yoga, que se adaptan a tu pie y son antideslizantes.

También recomendamos usar polainas con taconera, así puedes mantener las extremidades de tus pies abrigados mientras practicas y en postura como paschimottanasana no sentir frío en los talones  mientras mantenemos nuestros pies en flex.

3- Elegir un outfit cómodo siempre es importante. La ropa que uses debe ser como una segunda piel y, en este caso, seguramente buscarás algo que te abrigue un poco. Con el movimiento entrarás en calor, por lo que te recomendamos que uses algo que te puedas quitar con facilidad o que no sea tan grueso para que puedas moverte sin problemas.

Consejos para activar tu cuerpo con yoga:

1- El Saludo al Sol o Surya Namaskar, es la secuencia de asanas que solemos utilizar para comenzar la práctica de yoga, justamente porque, entre otras cosas, nos ayuda a entrar en calor antes de hacer posturas más complejas. Realizar esta combinación de posturas, en coordinación con nuestros ciclos respiratorios, nos traerá grandes beneficios a nuestro cuerpo y mente.

2- Si has practicado yoga, seguramente has realizado o, al menos, has oído hablar de los pranayamas. Es una parte muy importante del yoga y significa, literalmente, control de la respiración. Existen diferentes tipos de pranayamas con diferentes objetivos y recomendamos realizarlo con la guia de un instructor/a. Por ejemplo, está Bhastrika, que significa fuelle y busca -a través de la respiración controlada- visualizar la energía subiendo por la columna vertebral y llegar hasta el corazón. Al finalizar este ejercicio, sientes una energía cálida recorrer todo tu cuerpo.

3- Hacer una variación en algunas posturas y elevar los brazos hacia el cielo, es una técnica que permite aumentar la frecuencia cardíaca y el calor corporal. Por ejemplo, en el asana Guerrero dos, eleva tus brazos en lugar de estirarlos de forma horizontal. En la postura del árbol también puede servir esta variación para subir la temperatura.

Si luego de practicar, inicias una meditación es importante que te tapes para no sentir frío. Una mantita te ayudará mientras tu mente se calma. Abrígate bien antes de abandonar la sala o el lugar donde practicaste.  

Con todos estos consejos ya estás lista para salir a enfrentar el frío con el reconfortante calor de una práctica de yoga.